La crueldad del invierno, Winter's Bone

Invierno Profundo, llamada así en nuestro país, fue una de las diez cintas nominadas al Óscar como mejor película en su última edición.
Esta película independiente ha sido de las producciones más baratas que han obtenido este reconocimiento y sin duda puede verse en la pantalla: el uso de lugareños para los papeles secundarios, filmación en locación y el simple uso de la naturaleza para contar esta escalofriante historia.
Ree es una adolescente atípica, el egoísmo y la ociosidad no están dentro de su carácter. A sus 17 años de vida, Ree carga con el peso de una familia: una madre enferma que ha perdido la noción de todo y dos pequeños niños todavía incapaces de cuidarse por sí solos. Todos ellos habitan en los Ozarks, una región del país estadounidense situado entre Arkansas y Missouri, caracterizado por sus vastos bosques, semicongelados lagos y fríos paisajes que acogen a una población de aquel país todavía un tanto marginada.
¿Y dónde está el padre de Ree? Durante los primeros minutos de la cinta nos enteramos de que éste ha estado en prisión pero ha salido gracias a una fianza, ¿cuál?, la misma casa donde habita la familia de Ree. Es así como un oficial les advierte que tendrán que dejarla en muy poco tiempo si el padre no se presenta a su juicio por fabricación de metanfetaminas.
Jessup, el padre, no aparece por ningún lado y Ree tendrá que embarcarse en un peligroso viaje solitario que la llevará a conocer el lado más oscuro de los Ozarks, sus habitantes mismos.
Con la ayuda de su drogadicto tío, hermano de su padre, Ree descubrirá la verdad oculta entre la espesura del bosque en medio de el usual invierno que azota siempre a esta región del país.
Dirigida por Debra Granik, Invierno Profundo pone a prueba la condición femenina y la determinación por querer ayudar a nuestros seres queridos. Ree posee todas las cualidades para poder cargar con su familia entera, sin embargo, no será suficiente y todos tendrán que pagar por las acciones del padre.
Durante la trama, Ree tiene un hermoso sueño que invita a reflexionar sobre la naturaleza y la posición en la que ella se encuentra: un bosque, un par de ardillas corren y buscan refugio ante la incontenible tala y derrumbamiento de árboles que amenaza con dejarlas sin hogar.
En la primera hora de la cinta, parecemos no saber nada de lo que en verdad está ocurriendo y no es hasta que Ree finalmente sobrepasa los límites del peligro para encontrar de una vez por todas a su padre. Justo a la mitad de la historia, la niña da un gran salto hacia el mundo real, hacia la crueldad que le espera y a la incontenible crudeza del invierno.
Para no arruinar el final me limitaré a decir que Ree encuentra a su padre, pero quizá las circunstancias no hayan sido las más cordiales.
Recomiendo que vean esta cinta cuando tengan la oportunidad de rentarla, el temple de Ree y su coraje son envidiables y sumamente inspiradores. Recomiendo también que vean Río Helado, protagonizada por Melissa Leo y que narra la historia de una madre que también hará todo lo posible para conseguirle un mejor futuro a sus hijos en medio de un crudo invierno.
¿Será que este periodo del año saca lo mejor de nosotros pero al mismo tiempo saca lo peor de los demás?

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