El monstruo noruego de dos cabezas

No, no hablaré de mitología nórdica ni nada por el estilo. ¿Existe entonces realmente una criatura así? Después de haber estado en el Teatro Chino de Six Flags México el pasado sábado, 26 de marzo, me atrevería a decir que sí.

Fue en esta fecha en la que se presentó Röyksopp con un lleno total y un tremendo espectáculo en vivo.

Después de una bizarra organización, cerrando una parte del parque desde temprano y con varios retrasos, y una banda telonera llamada Timothy Brownie, que pasó sin pena ni gloria, los noruegos lograron prender al público de una manera inusual cerca de la media noche.

La apertura incluyó canciones de su aclamado disco debut Melody A.M. Sin duda alguna, las canciones toman una fuerza impresionante cuando son interpretadas en vivo, para ello, dos músicos más formaron parte del conjunto esa noche, guitarra y bajo en mano. El estilo minimal de la banda aumentado a la décima potencia abrió la velada con Eple y su contagioso beat. No habían pasado ni diez segundos cuando todos los asistentes ya se encontraban bailando sin cesar.

Me parece importante mencionar que a pesar de la intensidad del show, pocos fueron los percances entre el público. Todo el mundo se comportó y una cómoda e inusitada atmósfera desembocó en la satisfacción de todos los asistentes, sólo quedaba bailar.

Con más temas del ya mencionado álbum, Röyksopp siguió el concierto: Sparks, con la presentación de Annali Drecker, So Easy y la coreada por todos, Remind Me, se hicieron escuchar en el Teatro Chino.

Más adelante, la banda optó por tocar una versión sumamente intensa y explosiva de Electric Counterpoint: III, original de Steve Reich, para el deleite y sorpresa de todos. Con esto quedaba demostrada desde muy temprano la capacidad de los noruegos para prender a un público en tan poco tiempo.

Con algunas frases en inglés, Svein y Torbjørn saludaban a los fans y les avisaban de los cambios de ritmo durante el show. Con gran teatralidad, ambos portaban disfraces, túnicas, o aparatos luminosos que hacían cada vez más agradable el concierto.

Siguieron con un par de canciones de su disco Junior. Happy Up Here sonó exactamente igual que la versión de estudio mientras que, The Girl And The Robot, con Drecker y Torbjørn con un casco robótico cantando a dueto, fue de las más coreadas de la noche.

Quizá el momento más débil del show vino con un cover de Kate Bush, Wuthering Heights, que sólo mantuvo admirando a todos la gran voz de Drecker.

Después de la explosión con Alpha Male, vino quizá uno de los momentos más esperados de la noche. El duo noruego y Drecker se prepararon para interpretar una versión un tanto apagada de What Else Is There?, una de las canciones más famosas de la banda. Con grandes tonalidades de Drecker e imitando la voz de Dreijer Anderson, todos quedaron complacidos.

Con Poor Leno, también de las más bailadas de la noche y Fat Burner, el set principal llegaba a su fin para sorpresa de todos. Sin embargo, la banda no tardó en regresar en dos ocasiones distintas para interpretar la Only This Moment y Tricky Tricky.

Pero aún faltaba más. A petición del grupo, la banda regresó para hacer un remix a una canción de los Kings Of Leon, The Immortals, para después despedirse finalmente del caluroso público mexicano.

No hay duda de que el concierto fue excelso en todos los sentidos. El sonido nunca falló y la intensidad fue constante. Quizá el único pero que encuentro fue el hecho de no haber interpretado ninguna canción de su última producción, Senior, y creo que hubiera preferido una versión de What Else Is There? más cercana a la original.

El gran monstruo noruego de dos cabezas terminó por devorar por completo la Ciudad de México y amenazó con volver pronto. Yo, por mientras, lo propongo a uno de los mejores conciertos de lo que va del año.